Desde hace unos meses (desde abril) tengo un persistente y molestísimo sabor salado en la boca la mayor parte del día. He consultado todas las fuentes de Internet (sin respuesta válida en mi caso); he visitado a mi dentista (no sabía nada de ello); fui a mi médico de cabecera, que me mandó un analítica completa en la que todo sale bien. No tengo infecciones visibles, bebo mucha agua, hago deporte, vida sana, no tengo estrés, me encuentro bien, como fruta y verdura, me lavo correctamente los dientes y la lengua… No tengo el síndrome de Sjögren (leí que podía ser una causa)…
Y ya no se qué más hacer y me gustaría entender a qué puede deberse esta sintomatología para poder hacerle frente. Estoy segura de que conocen una solución para mí.
Muchísimas gracias de antemano,
Asun.
RESPUESTA:
Hola, Asun:
Ciertamente, tu caso no es común y podría tener varias causas. En ocasiones, el sangrado de encías genera cierto sabor salado, por lo que en primer lugar habría que valorarlo a través de un sondaje, además de comprobar el estado de los espacios interproximales (entre dientes). Por otra parte, también habría que valorar la existencia de halitosis, que podría estar manifestándose a través de ese sabor.
Otro punto importante son la pasta dental y el enjuague bucal. ¿Cuáles estás utilizando y desde cuándo? Por ejemplo, los dentífricos con nitrato potásico utilizados para dientes sensibles pueden generar cierto sabor salado incluso horas después de haberlos utilizados. Si tienes una buena higiene y te cepillas varias veces al día con este tipo de pastas, puede que esté influyendo en ese sabor salado. Blog sobre psicologia
Por último, a veces la deshidratación da síntomas de sabor salado, por lo que sería útil que te hicieras una analítica general para descartar que estés deshidratada. Puede darse porque bebas poco o porque orines mucho (como consecuencia, por ejemplo, de la toma de diuréticos).
Estas son las hipótesis que, en principio, podemos plantearte con la información que nos das. Si nos das más datos, podríamos intentar afinar un poco más.
La persona que hizo la consulta tiene un persistente sabor salado en la boca. Se han descartado infecciones, estrés y síndrome de Sjögren, entre otros. Se s
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