
Las caries radiculares son un tipo de caries que afecta la raíz de un diente, en contraste con las caries más comunes que se desarrollan en la parte visible del diente, conocida como la corona. Estas caries suelen ocurrir en personas mayores o en aquellos con encías retraídas, donde la raíz del diente queda expuesta debido a la recesión de las encías.
La exposición de la raíz puede hacer que sea más vulnerable a la caries, ya que la superficie radicular es más porosa y menos resistente a los ácidos que causan las caries. Además, la falta de esmalte protector en la raíz también contribuye a la progresión de la caries.
Los síntomas de las caries radiculares pueden incluir sensibilidad dental al calor, frío o presión, así como dolor al masticar. Es importante tratar las caries radiculares lo antes posible para prevenir la pérdida del diente y posibles complicaciones, como infecciones o abscesos dentales.
El tratamiento de las caries radiculares generalmente implica la eliminación del tejido dental infectado y la restauración de la estructura dental perdida con rellenos dentales o, en casos más graves, con tratamientos endodónticos como los tratamientos de conducto. Además, es fundamental mantener una buena higiene oral y realizar visitas regulares al dentista para prevenir la aparición de nuevas caries radiculares y mantener la salud dental en general.