¿Son los empastes de plomo utilizados en el pasado tóxicos? ¿Recuerdas haberte puesto alguno para tratar algunas caries, pero últimamente has escuchado opiniones contradictorias al respecto y quisieras saber si los empastes de plomo que solían utilizarse en el pasado son realmente tóxicos? ¡Quédate con nosotros! Intentaremos aclarar todas las dudas relativas a los empastes de plomo así como sus ventajas e inconvenientes.
Es una duda que muchos pacientes suelen plantearse. Los llamados «empastes de plomo» en realidad son amalgamas de plata, una mezcla de metales que incluye mercurio, plata, estaño, cobre o zinc. Aunque se ha señalado que son tóxicos, los niveles de mercurio que contienen no son perjudiciales y no es necesario cambiarlos por empastes blancos, a menos que estén en mal estado. Los estudios han demostrado que los niveles presentes en estos empastes no son suficientes para representar un riesgo para la salud, ya que el mercurio se mantiene en una forma que no libera vapores nocivos.
Aunque en algunos países se ha prohibido su uso y en ciertos círculos están en desuso, en España aún se utilizan ampliamente. No hay evidencia de que los pacientes que los tienen experimenten niveles tóxicos de mercurio. Sin embargo, es importante tener en cuenta tanto las ventajas como las desventajas de estas amalgamas.
Ventajas empastes de plomo:
- Son muy resistentes y duraderas
- Económicas
- Tardan más en filtrarse (aparecer grietas entre el empaste y el diente con la consiguiente contaminación y desarrollo de nuevas caries)
Inconvenientes empastes de plomo:
- Pueden ser poco estéticas
- Más invasivas para el diente, ya que implican la creación de cavidades retenedoras en él, lo que requiere la extracción de la caries y una parte de tejido dental sano
Por otro lado, los empastes blancos o composites son más estéticos y menos invasivos para el diente, pero tienden a ser menos duraderos y más propensos a filtrarse.
En resumen, no es necesario cambiar los empastes de plata a menos que estén dañados o haya problemas con ellos. Si un paciente desea reemplazarlos por razones estéticas, debe comprender que esto implica la eliminación de parte del diente sano.